Insatisfacción crónica: cuando nada parece ser suficiente

La polémica con Abril Cols es una muestra más de que vivimos en una sociedad insaciable incapaz de disfrutar de lo que tiene

Algunxs expertxs han tenido a bien apodar nuestra sociedad como la sociedad del deseo. No del placer: del deseo. Y el matiz es muy, pero que muy importante. Al fin y al cabo, y en cierto sentido, una sociedad del placer es una sociedad contraria a una sociedad del deseo: es una que sabe gozar del momento presente, una que se armoniza con lo que le toca vivir.

Y definitivamente no estamos en ese mood. ¿Cuánto tiempo hace que no sientes que todo está como debería estar? Que no necesitas nada más de lo que ya tienes. Que no anhelas ninguna otra experiencia ni ningún otro bien ni ningún otro cambio en ti. Probablemente mucho. Y sí, la naturaleza humana, equipada con la insatisfacción como mecanismo de supervivencia, tiene que ver, pero también el mundo que te rodea.

Mira las redes sociales. Mira cómo, de una manera u otra, no hacen más que abrirte el apetito de mundo hasta crearte un vacío tan grande que nada puede llenar. Nada. Al menos no más de un breve periodo de tiempo. No de una manera profunda y honesta. Y así te la pasas yendo de estímulo en estímulo, de experiencia en experiencia, sin sentir verdadera paz y felicidad. Como la influencer Abril Cols. ¿Te enteraste de que lo dijo?

Pues publicó un vídeo en sus redes asegurando que “está siendo el peor” verano de su vida. En él, Cols expresa su descontento porque, a diferencia del año pasado, cuando pasó dos meses en Bali, este verano solo ha podido visitar París e Ibiza. Y lo dijo como quien no ha salido de su casa en todo el verano. Como quien ha pasado agosto solx en su pueblo. Como quien no sabe lo que es descansar y tener ratitos de alegría.

Pero el problema no son los destinos. Ni el tiempo. Ni la compañía. El problema es el apetito. Uno voraz e insaciable. Uno que demuestra, una vez más, que puede llegar a ser mucho más grande de lo que es el estómago. Y esto no pasa solo con el verano ni con las vacaciones. Es un mal inscrito en cada dimensión de tu vida. Siempre quieres más. Siempre quieres otra cosa. Siempre quieres lo que tienen lxs demás y no alcanzas a tener.

Por supuesto, la polémica ha estallado en redes. Y no es para menos: a pesar de reconocer que vive en una casa maravillosa y que debería estar agradecida, no puede evitar expresar su insatisfacción. Y eso jode mucho a quienes tienen aún menos que llevarse a la boca. Comentarios como “levántate a las 6 de la mañana para ir a trabajar y vuelve por la tarde a casa y ya me cuentas qué tal tu verano” reflejan el sentir de muchos usuarios, que consideran que Abril no es consciente de los privilegios que tiene.

La pregunta es: ¿eres consciente tú de los tuyos? ¿No estaremos criticando a Cols, quien obviamente merece crítica, sin vernos en el espejo y comprobar que también el resto somos unxs insatisfechxs por naturaleza que desdeñan lo que tienen? Hay niveles y niveles. Hay quien no se conforma con la playa de su ciudad, quien no se conforma con Ibiza y quien no se conforma con las Malvinas. Pero el trasfondo es el mismo. Y deberíamos reflexionar sobre ello.