El final de Succession nos dejó a todxs con ganas de más. Obviamente, sobre todo después de cuatro largas e intensas temporadas. Buscar un sustituto a las batallas intestinas para el poder de la empresa familiar no será fácil, pero si tiene solución y se llama Industry.
Se trata de otra serie que se encuentra en HBO Max y que cuenta con dos temporadas y se ambienta en la City de Londres. Nos muestra la vida de cinco becarios que llegan a uno de los más prestigiosos bancos, Pierpoint & Co, y compiten para quedarse con uno de los limitados puestos de trabajo. A través de las historias de Harper, Yasmin, Robert, Gus y Theo, no solo conoceremos la presión de trabajar en un mundo así, sino también las distinciones de clase y raza que hay.
Competitividad y ambición
Esto se ejemplifica claramente con Harper, una norteamericana de clase baja y que viene de una universidad pública que batalla con uñas y dientes para ganarse un sitio. Ese miedo de quedarse fuera, es el que lleva a Harper a jugárselo a todo o nada en muchas situaciones.
En contraste, también se encuentran Gus y Yasmin, dos universitarios de familia bien: uno es hijo de embajador y ha estudiado en Oxford, y la otra es la heredera de una gran editorial. Esto no harán que compitan menos que los demás por su puesto, pero sí que su manera de relacionarse en el ambiente será diferente. Especialmente en el caso de Gus.
Por lo que respecta a Yasmin, sufrirá una relación un tanto tensa con su jefe que casi podría considerarse abuso laboral. Los grises a la hora de gestionarlo generarán un interesante debate sobre los límites.
Entre medias , también veremos la gran campaña de marketing de la empresa para controlar y limpiar su imagen cuando ocurre un suceso trágico con uno de los becarios. Es en ese momento, cuando después de años de dinámicas abusivas, la empresa empieza a hacer una limpieza.
Ahora bien, no todo son negociaciones tensas y subidas y bajadas de tipo de interés. También hay mucha fiesta y muchas drogas. Y sexo. Industry muestra esa otra cara donde los negocios se cierran en una buena cena con los clientes o compartiendo una raya de coca. Por no hablar de las finas líneas donde sexo y negocios se entremezclan. En este sentido, la manera de grabar las escenas y tratar todos estos temas recuerda mucho a la mítica Euphoria.