Septiembre es un mes espectacular. El de las primeras noches de dormir tapaditx después del horno veraniego. El de los reencuentros. El de las nuevas rutinas. El de la música un poquito más melancólica. El de Las chicas Gilmore. Porque no: no hay una serie que represente mejor el otoño que la encantadora dramedia ideada por Amy Sherman-Palladino hace ya 24 años. Y cuidado porque no es una opinión sin más. Como cuentan desde GQ, todos los años por estas fechas la serie experimenta un renacimiento impresionante. Las reproducciones en Netflix se multiplican a lo loco. La gente vuelve a hablar de ella en redes sociales. Y tú vuelves a abrazarla con el mismo cariño de siempre.
¿Pero a qué se debe este fenómeno? Pues a que septiembre es el mes en el que la mayoría de gente comienza a soltar el verano de su mente y a ansiar lo más bonito del otoño: la belleza de sus parques, la calidez de sus prendas y la deliciosidad de sus bebidas calientes. Y Las chicas Gilmore es todo eso elevado a la máxima potencia. Como dicen desde el citado medio, “ver un pequeño pueblo de la Costa Este rodeado de árboles que van perdiendo sus hojas, los jerseys de lana, las camisas de franela, y el típico gesto de coger una taza de café caliente con ambas manos para ir entrando en calor porque el frío ya está llegando nos hace sentir un poco más cerca del otoño”.
Y eso es muy reconfortante. Y relajante. Y ciertamente nostálgico. Es lo que tiene el otoño: te sumerge en un sentimiento de melancolía sobre nada en específico. Pero de una manera placentera. De un modo confortable. Tal como ocurre con la serie. Ahora y en el momento en el que se emitía en antena. No en vano, “este título tuvo siete temporadas estando en antena desde el 2000 hasta el 2007, y logrando mantenerse con unos índices de audiencia que nunca bajaron de los 3,6 millones de espectadores por episodio en Estados Unidos”. La historia de Lorelai y su hija adolescente Rory siempre tuvo algo que conectaba con lxs más taciturnxs.
Lo mejor de todo es que puedes empezarla ya. Ahora mismo. Sus 153 episodios harán que, si te ves dos al día, te dure toda la estación. Será la compañera de otoño que necesitabas. Además, y aprovechando el grandísimo tirón que tiene la serie, Netflix decidió reunir de nuevo al elenco en 2016 para producir una secuela: Las cuatro estaciones de las chicas Gilmore, en la que se exploran las situaciones que atraviesan hija, madre y abuela en diferentes momentos de sus vidas. En palabras de Lauren Graham, una de las actrices, “la historia de esta secuela es un poco más emocional, un poco más oscura en algunos momentos”. Tienes chicas Gilmore para rato.
Nostalgia otoñal
Y eso es muy reconfortante. Y relajante. Y ciertamente nostálgico. Es lo que tiene el otoño: te sumerge en un sentimiento de melancolía sobre nada en específico. Pero de una manera placentera. De un modo confortable. Tal como ocurre con la serie. Ahora y en el momento en el que se emitía en antena. No en vano, “este título tuvo siete temporadas estando en antena desde el 2000 hasta el 2007, y logrando mantenerse con unos índices de audiencia que nunca bajaron de los 3,6 millones de espectadores por episodio en Estados Unidos”. La historia de Lorelai y su hija adolescente Rory siempre tuvo algo que conectaba con lxs más taciturnxs.
Lo mejor de todo es que puedes empezarla ya. Ahora mismo. Sus 153 episodios harán que, si te ves dos al día, te dure toda la estación. Será la compañera de otoño que necesitabas. Además, y aprovechando el grandísimo tirón que tiene la serie, Netflix decidió reunir de nuevo al elenco en 2016 para producir una secuela: Las cuatro estaciones de las chicas Gilmore, en la que se exploran las situaciones que atraviesan hija, madre y abuela en diferentes momentos de sus vidas. En palabras de Lauren Graham, una de las actrices, “la historia de esta secuela es un poco más emocional, un poco más oscura en algunos momentos”. Tienes chicas Gilmore para rato.