El caso Errejón ha generado una oleada de denuncias por acoso sexual en redes sociales contra otras figuras poderosas de las que hasta ahora nadie se había atrevido a decir nada.
Es el caso, por ejemplo, de la avalancha de denuncias por acoso sexual contra el director de cine catalán Eduard Cortés, conocido por dirigir la serie ‘Merlí’. Las acusaciones relatan un patrón similar de acoso: el director supuestamente acosó a las víctimas con mensajes obscenos durante años, en muchos casos ofreciendo como “anzuelo” posibles oportunidades laborales.
La primera en sacar a luz las denuncias ha sido la fotógrafa y directora Silvia Grav, quien denunció en su cuenta personal de Instagram haber sufrido acoso por parte del director cuando ella tenía 19 años. En ese momento, Cortés tenía 55. Según Grav, el cineasta la acosó con mensajes persistentes y sugerencias sexuales.
La Academia del Cine Catalán toma medidas
De hecho, según explican desde elDiario.es, la Academia del Cine Catalán ha informado este miércoles de que, siguiendo su protocolo interno, activará su denominada Comisión de abordaje para tratar la denuncia contra Cortés.
En el programa ‘Les dones i els dies’ de Catalunya Ràdio, Grav explicó: “En un primer momento, el director se ofrecía a ayudarte, y cuando te tenía enganchada, después iba a lo sexual”.
Su denuncia ha desencadenado una serie de testimonios similares en un “MeToo” de la industria del cine catalán. Hasta ahora, hay al menos 15 acusaciones de otras mujeres que señalan un presunto patrón de conducta repetitivo.
Por ejemplo, la fotógrafa Bárbara Traver publicaba en X que hace unos 10 años el director le había propuesto un papel en sus películas si se iba a su hotel “esa misma noche”.
Estrenó una película sobre acoso
Preguntada por TV3, otra mujer ha declarado bajo anonimato que Cortés le ofreció participar en una película. Según ella, el director le dijo que tenía escenas de sexo y que por eso tenía primero que pasarle fotos desnuda, que ella accedió a enviar. Después llegaron a producirse vídeollamadas sexuales hasta que la chica lo paró.
Grav asegura que su situación fue denunciada previamente sin éxito y ha hecho un llamado a otras víctimas a unirse a su denuncia mediante su cuenta de Instagram. Justo Eduard Cortés había estrenado este año en Netflix ‘Ni una más’, una serie que retrataba un caso de abuso sexual de una adolescente de 17 años en un instituto.
La influencer Júlia Salander criticó en un vídeo la manera en que se había abordado el problema de las agresiones sexuales, diciendo que se notaba que había sido escrita por un hombre sin sensibilidad por el tema.
Casos como este subrayan la urgencia de herramientas colectivas y accesibles para denunciar la violencia machista. Algunxs activistas se han preguntado si la denuncia individual puede servir en estos casos o si estamos asistiendo a un linchamiento digital. Sin embargo, otras mujeres ven en esta forma de actuar una manera de canalizar violencias machistas por otras vías más allá de la judicial. ¿Y tú, qué opinas?