Quizá es una de las letras más olvidadas del colectivo LGTBIQ+, la “I” de intersexual. Aunque, lo cierto, es que hay tantas personas intersexuales como pelirrojas: representan el 1,7 % de la población mundial. Aún así, sigue siendo una realidad invisibilizada y con una cantidad ingente de mitos que solo causan dolor. Al calor del Día de la Visibilidad Intersexual, que se celebra cada 25 de octubre, recordamos 3 mitos falsos sobre las personas intersexuales y además os recomendamos películas y documentales sobre este tema.
Lo primero es explicar bien que es la intersexualidad o intersexualidades: las personas intersexuales tienen características sexuales diversas en forma de variaciones genitales. Individuos que nacen con características sexuales diversas. Pueden ser variaciones genitales que se aprecian a simple vista (vagina ciega, clítoris grandes como penes, pene y vulva, pene sin testículos) o internas (útero, matriz, ovarios, cariotipo, hormonales...) que se pueden descubrir en la adolescencia o no descubrir nunca.
Por ejemplo, personas que nacen con vulva, vagina y testículos internos, bebés con pene y ovarios que nacen con cariotipo XXY (masculino y femenino), hipospadias (aberturas entre el pene y los testículos como si fuera una pequeña vagina) y otras muchas variaciones y combinaciones entre hormonas, cromosomas y genitales diversos.
“A las personas que nacemos con una condición intersexual nos han enseñado a disimular, a mentir, a callar y a escondernos para encajar en una sociedad binaria. Sobre todo, nos han enseñado a ser invisibles porque nos han hecho creer que tenemos cuerpos incorrectos que hay que corregir”, afirma Jordi, un testimonio recogido por JOYClub, una red social liberal.
El término “hermafrodita” es un insulto
Uno de los mitos más dañinos para esta población es el de “hermafrodita”. No hace mucho a las personas intersexuales les llamaban “hermafroditas”, pero sin embargo, en biología, un animal hermafrodita puede reproducirse a sí mismo, cosa imposible en los cuerpos de las personas intersexuales, que en muchos casos son estériles. Además, ese término les retrata como seres “mitológicos” e “imaginarios”, pero no son ni eso ni tampoco enfermos.
Otro error es confundir a las intersexualidades como una orientación sexual o un género. Pero es una condición biológica y corporal. Hay personas intersexuales no binarias, gays, lesbianas, bisexuales, hetero, trans, asexuales... En la actualidad, las diferentes asociaciones intersex luchan sobre todo para evitar cirugías estéticas e innecesarias a los bebés que nacen con esas variaciones genitales y para que en el registro civil no sea necesario inscribir el género de un bebé si es intersex.
Si quieres saber más de estas realidades, te traemos dos propuestas audiovisuales. La primera es ‘No Box for Me. An Intersex Story‘, un documental que nos descubre la vida de diversas personas intersexuales y la segunda es ‘Who I Am Not‘, que reflexiona sobre qué hace que alguien sea hombre o mujer y quién decide donde está la línea que nos separa a través del testimonio de dos personas intersexuales de Sudáfrica.