Otra vez estamos en las mismas: es el mes del Orgullo LGTBI y ya todas las empresas han cambiado su logo en Linkedin con el color de la bandera del colectivo. Si no conocías el término, a este fenómeno se le llama pinkwashing y se refiere al falso apoyo a la lucha LGTBI desde empresas y marcas para “quedar bien” ante la sociedad. Una estrategia de ‘marketing’ que busca dar una imagen de inclusividad y libertad que en la realidad no se aplica.
El objetivo no es otro que vender más, y generar una apariencia de “frescura” que se acerque a la población más joven y abierta. No obviamos que hay empresas que durante todo el año están comprometidas con causas sociales y con la inclusividad, pero el ‘pinkwashing’ se refiere a esas compañías que solo se visten con los colores LGTBI en junio y principios de julio, mientras que en sus políticas no hay ninguna referencia a políticas que tengan en cuenta cómo remediar la discriminación histórica contra el colectivo.
No solo es que cambien sus logos con los colores del colectivo, también aparecen de repente líneas de moda específicas para el Orgullo, banderas y gorras o campañas publicitarias en las que las empresas celebran el amor y la libertad. Incluso desde El País nos recuerdan que hasta Donald Trump vendía en 2019 camisetas con el lema ‘Make America Great Again’ con los colores del colectivo para que sus seguidores tuvieran la oportunidad de “mostrar apoyo a la comunidad LGTB y al presidente número 45″.
Pero, ¿qué pasa si miramos de cerca las acciones de estas empresas más allá del mes de junio? Pues que quizá nos encontremos con alguna sorpresa. No tienen políticas inclusivas, tampoco donaciones a organizaciones o apoyo a sus empleadxs LGTBI. Algunas de estas empresas incluso operan en países donde las personas LGTBI siguen perseguidas o tienen leyes internas que discriminan a la comunidad.
Otra mirada sobre el pinkwashing
Sin embargo, hay quienes están dando otro punto de vista sobre el pinkwashing. Y es que, a pesar de que es cierto que muchas empresas utilizan la visibilidad LGTBI solo como un escaparate vacío de intenciones reales, en algunos casos mostrar apoyo a la comunidad incluso con una imagen se ha vuelto un desafío.
Así, el año pasado, por ejemplo, cuando Zara felicitó el Día del Orgullo el 28 de junio en su cuenta de Instagram con una animación con las palabras ‘Love and Pride’, decenas de usuarios amenazaron con dejar de seguir la cuenta. En un mundo que vira hacia movimientos extremos y llenos de odio contra el colectivo, quizá tampoco sea tan banal mostrar apoyo al movimiento LGTBI.