Voy a acariciar a este perro random tan aparentemente majo porque soy amante de los animales y me llevo bien con ellos. Es el pensamiento que tienes cuando pasas al lado de uno de esos preciosos y peludines seres por la calle. Tú y todas las personas que deciden acercarse a ellos para hacerle carantoñas. Pero el problema no son tus sentimientos. Sí, seguro que eres unx animalista de diez. Eso nadie lo pone en duda. Lo que sí ponen en duda lxs veterinarixs y educadorxs caninxs es tu comprensión de las necesidades de cada unx de esos perros que tocas sin que ellos te hayan dado su consentimiento. Crees que los conoces pero para nada no es así. Tienen su propia personalidad.
Así lo han explicado la veterinaria Pilar Guerrero y el educador canino Hugo Fernández en el pódcast Esto es la jungla del también veterinario Tomás Palomares. Porque sí, muchos de los perros que se acercan a ti voluntariamente quieren que los acaricies, pero muchos otros no. Es el carácter de cada uno. En este sentido, avisan estxs especialistas, “no es necesario tocar a los perros en la calle porque hay muchos perros que se acercan y no quieren ser tocados, somos nosotros los que invadimos su espacio y no respetamos su decisión”. En el peor de los casos, pueden reaccionar agresivamente. En el mejor de los casos, le estarás provocando un estrés totalmente innecesario.
Adáptate a cada animal
Y da igual lo que diga la persona que lo lleva. Es evidente que su compañerx humanx conocerá su personalidad mejor que nadie, pero eso no significa necesariamente que lo conozca bien. Como dicen en este episodio de Esto es la jungla, “no importa que el dueño afirme que es muy bueno, le gusta jugar, porque puede ser que, simplemente, el propio guía del perro no sepa que su can, en realidad, odia que le acaricien”. O que lo hagan en una parte determinada de su cuerpo. O que lo haga alguien que huele de determinada manera. A fin de cuentas, y esta es la clave de todo este asunto, no hay dos mentes caninas iguales, por más que tendamos a simplificarlos.
Todo esto resulta especialmente importante, añaden estxs expertxs, en el caso de los cachorros. Primero, porque son tan tiernos que bastante gente tiende a agacharse para tocarlos. Y, segundo, porque aunque parecen siempre muy entusiastas y amables, pueden asustarse fácilmente y “ganarse una mala experiencia sin darnos cuenta” que le condicione el resto de su vida. En líneas generales, y a poco que hayas vivido o tenido perros en algún momento de tu vida, sabes perfectamente cuando un perro te está pidiendo caricias. El resto del tiempo estás tomando una decisión que no deberías tomar solo. Claramente tenemos todxs que cambiar el chip.