Love is everywhere. Pero, según los resultados de la última investigación del psicólogo Omri Gillath y la psicóloga Katie Adams, publicada en la revista Personality and Social Psychology Bullet, está más en algunos entornos que otros. En palabras del propio Gillath, quien habla en una publicación para Psychology Today sobre ello, “de la misma manera que el escenario de una novela influye en su trama, el telón de fondo de nuestras interacciones románticas puede afectar a su desarrollo”. O dicho de otra manera: el entorno en el que ligas puede condicionar de un modo muy significativo el devenir de vuestra relación. No es indiferente. No es un factor intrascendente más. Marca la diferencia.
”Mientras que relacionarse con alguien en un bar animado puede ser estimulante, hacerlo durante un largo viaje en tren, donde se pueden formar conexiones más profundas y significativas, probablemente brinde mejores resultados” para quienes buscan el amor verdadero. Lo que comienza en una discoteca tiende a quedarse en un rollete. Lo que comienza de manera espontánea y romántica en una librería o en un parque tiende a transformarse en algo más serio. Gillath describe así este fenómeno: “Descubrimos que, independientemente del atractivo, las percepciones sobre el éxito de las iniciaciones se vieron afectadas por la idoneidad de los entornos”.
¿Qué pasa si os conocisteis en un pub?
Y quizás sea una cuestión de profecía autocumplida: el hecho de que tu relación comience en un espacio destinado generalmente al ligue más superficial y físico, como un pub, puede hacer que tú, la otra persona o ambxs lo veáis desde un principio como algo superficial y no le pongáis toda la ilusión que requiere un nacimiento romántico. Y lo mismo al revés: que ambxs os conozcáis en un viaje solitario de desconexión social y autodescubrimiento por Europa, a lo Antes del amanecer, puede hacer que percibáis un halo de romanticismo desde el inicio que os haga querer indagar más. Tus expectativas influyen decisivamente en cómo te comportas.
Por supuesto, esto no quiere decir que no puedas hallar el amor en una noche de fiesta o en una cita Tinder. La posibilidad existe. Está ahí. No obstante, y según la ciencia, no parecen ser los rincones ideales para ello. De ahí que tanta gente se lamente de llevar meses y meses, incluso años, sumergida en las aplicaciones de ligue tratando de dar con alguien con quien formar un vínculo profundo sin éxito. En este sentido, escribe el propio Gillath, “al perseguir tu próxima aventura romántica, recuerda considerar no solo con quien estás sino también donde te encuentras: la configuración correcta podría ser clave para desbloquear una conexión significativa”.