En China lo están petando los crematorios de recuerdos de ex parejas

Un acto simbólico que puede tener un efecto terapéutico para mucha gente

Hay mil maneras diferentes de transitar un duelo romántico. Algunas personas se aferran a todos esos recuerdos físicos que sobreviven al apocalipsis de su relación. Como una camiseta de su pareja o un álbum de fotos de cuando fueron juntxs a Ecuador. Otras se muestran muy indiferentes a esas reliquias materiales. Y otras preferirían no tener que verlas nunca más. No obstante, tirarlas puede resultar incómodo, demasiado mundano, demasiado cruel. Quemarlas en un crematorio especializado, sin embargo, posee un componente mucho más ritual y poético, y en China están surgiendo centros destinados precisamente a esto que, sorpresa, lo están petando y mucho.

Uno de estos centros pertenece al emprendedor Liu Wei, quien “se dedica con su equipo a destruir fotos y cualquier rastro de lo que una vez fue felicidad y amor entre dos personas”, cuentan desde Xataka. Una forma de proporcionar un cierre a la historia. De ayudar al cerebro a comprender que ese amor ya no existe. Que esa historia conjunta ha llegado a su fin. Que hay que seguir adelante. En palabras del propio Wei para The Washington Post, “solo envíen las fotos y las haremos desaparecer por completo como si nunca hubieran existido”. También toallas, ropa de cama, diarios y otros objetos con una carga sentimental intensa. Destruyen todo lo que necesites que destruyan.

¿Cómo funciona realmente?