Sabemos que muchos de nuestros padres no pondrían el pie en una consulta psicológica en su vida. Pero también, que tuvieron que hacerlo a la fuerza en algunas ocasiones para salvar su matrimonio. En la imagen de todxs está la típica pareja peleándose a grito pelado en el coche mientras sus hijxs están callados y deseando que dejen de discutir. La terapia se veía entonces más como el último recurso antes del divorcio. Ahora, en cambio, muchas más personas están yendo para intentar entender las dinámicas de la relación mejor y poder abordar los problemas mucho antes de que se conviertan en una distancia insalvable.
Nos podrán llamar la generación de cristal tantas veces como quieran, pero lo cierto es que hemos roto con el tabú de la terapia. Hablamos de salud mental sin miedo, cuando antes lo único que se sabía hacer era reprimir las emociones y los sentimientos. Aunque se sacaran después afuera de la peor forma. Quizá es por eso, por nuestra fuerza y valentía para hablar de salud mental, que ya no nos da miedo abordar problemas emocionales de pareja con un profesional. Sin que eso signifique que la relación está al borde del precipicio.
Les cuesta resolver las discusiones, o quieren asegurarse que su relación está bien antes de seguir con los próximos pasos esperados en un noviazgo, como irse a vivir juntxs. Se ve mucho también la división que provoca tener diferentes valores u objetivos en el futuro. E incluso hay diferencias en la cantidad de sexo que una de las dos personas quiere.
Analizar los patrones negativos que tenemos
¿Y qué es lo que hace la terapia? Pues los psicólogos te ayudan a ver qué patrones negativos tenéis cada unx y que desde el subconsciente os hacen actuar de cierta manera perjudicial para lxs dxs. Por ejemplo, por qué hay personas que evitan siempre la confrontación y no hablan de sus problemas, o de lo que les causa incomodidad, mientras que otras buscan siempre pelear por cualquier nimiedad. Hurgar en el pasado para ver qué hemos aprendido de nuestros padres y nuestras familias también nos puede ayudar a entender nuestro comportamiento actual.
¿Te pasa que discutes mucho por las tareas de la casa? Pues a veces, estas discusiones esconden mucho más. Nos hablan más de nuestros valores. Una persona puede pensar que eso se trata de trabajar en equipo, de la responsabilidad que tenemos lxs adultxs con nuestras cosas. En cambio, la otra simplemente lo ve como algo sin importancia.
La terapia de pareja nos puede ayudar en una sociedad en la que las relaciones duran poco y se abandonan fácilmente. En una sociedad en la que nos bombardean con imágenes de parejas felices todo el tiempo, y en la que sentimos la exigencia de mostrar que todo va perfectamente bien en redes sociales.