Las 7 razones por las que te manda señales confusas

No siempre hay motivos oscuros detrás, aunque tampoco deberías confiarte y descartarlos automáticamente

¿Qué le pasa en la cabeza? Ayer contestaba a tus mensajes en décimas de segundo y parecía ilusionadísimx con volverte a ver y hoy muestra menos interés que una coquina. Y no es la primera vez que muestra este vaivén emocional e intencional. Lo llevas experimentando en menor o mayor medida desde que empezasteis a quedar. Y jode. Jode mucho. Pero, antes de mandarle a la mierda, escucha lo que la psicoterapeuta Katherine Cullen ha aprendido en su clínica a lo largo de los años acerca de los motivos por los que la gente suelen entrar en esta actitud tan confusa y contradictoria. Las cosas no son siempre tan sencillas como parecen. Puede haber mucho dolor y miedo detrás.

En este sentido, escribe Cullen, una de las razones más habituales de este comportamiento es un pasado de abuso: las personas que lo han padecido pueden desarrollar un estilo de apego desorganizado que vira entre el acercamiento y el alejamiento. Otras personas, cuenta, no han pasado necesariamente por una situación traumática pero tienen una personalidad asustadiza que les lleva a ser muy precavidas. No te lo tomes a lo personal. No eres tú. Simplemente necesitan más tiempo que la mayoría de gente para confiar en unx desconocidx. Ah, y en ocasiones el miedo no es a ti sino al compromiso. Puede que no tenga claro aquello de iniciar una relación monógama.

Tú no eres responsable de nadie

Precisamente la duda está detrás también de la cuarta razón de las que habla esta terapeuta. En concreto, en este caso se trata de una duda y una confusión acerca de la identidad propia y los deseos en la vida. En sus propias palabras, “perder un trabajo, perder a un ser querido, envejecer, dudar de la propia fe, dudar de la propia sexualidad o dudar de la elección de carrera son solo algunos ejemplos” de situaciones de inestabilidad identitaria que pueden hacer que alguien no funcione desde una línea coherente de comportamientos y sí desde el caos. Una vez más, y si te gusta mucho esta persona, deberás cultivar el noble arte de la paciencia para que sane y se estabilice.

Tú no eres responsable de lo que pasa en la vida de nadie y tienes todo el derecho a cortar con una relación cuando te hace infeliz, incluso si la causa de la inestabilidad del interés de la otra persona es comprensible y bienintencionada. No obstante, la cosa es peor cuando el motivo de este ir y venir es oscuro. Para Cullen, hay tres razones de este tipo con las que tienes que tener cuidado: sigue colgado de su ex y simplemente te está utilizando, no te respeta lo suficiente y le importa una mierda tu estado anímico o quiere tener el control de la situación porque disfruta del poder que tiene sobre otras personas. En todos estos casos, lo mejor es darle carpetazo definitivo al asunto.