Las rutinas de pareja tienen un encanto especial. Ese ritual de ir al cine y cenar luego en vuestro restaurante favorito. Ese sentarte a leer en el sofá y saber que la otra persona cruzará la puerta a determinada hora sin falta. Ese levantaros un domingo y que unx de lxs dos prepare con amor un desayuno bien rico. Hay algo hermoso en aquello que se repite dentro de una relación. Son parte de vuestra historia. De lo que hace que seáis vosotrxs. Pero la rutina también puede matar. Sobre todo si desaparece todo rastro de espontaneidad, de sorpresa y, según explica la psicóloga Susan Krauss, de potencial de autoexpansión. Necesitáis sentir que vuestra relación crece y os ayuda a crecer.
Una sensación que, dice esta experta basándose en esta investigación publicada The Journal of Social Psychology y en esta otra publicada en Journal of Family Psychology, puede dividirse a su vez en cinco minisensaciones distintas, la primera de las cuales es la minisensación de que tu relación actual te dará oportunidades de crecer en el futuro. No es una certeza. Nadie puede garantizártelo. Pero el tiempo juntxs hace que tu instinto te diga que sí, que no es una relación estancada donde percibes que nunca obtienes ni obtendrás nada nuevo. Similar, pero enfocado en tu pareja y no en la relación, está esa otra minisensación de que tu pareja puede ofrecerte cosas nuevas en el futuro.
Le sigue la minisensación aún más específica de que si continúas con la relación recibirás “más ideas, experiencias y conocimientos por parte de tu pareja”. Algo que depende en buena medida de su grado de dinamismo intelectual y vital, de su nivel de curiosidad y de su interés en lo que el mundo puede ofrecerle. Van tres. La cuarta tiene que ver con la minisensación de estar o no perdiéndote cosas: ¿notas que estar dentro de esa relación te priva de disfrutar de demasiadas experiencias enriquecedoras o sientes que puedes saborear muchas de ellas sin necesidad de abandonarla? La respuesta define en gran medida tu percepción del potencial de crecimiento de tu relación.
Por último, y siempre según los estudios de Krauss, está la minisensación de que tu pareja sea capaz o no de potenciar tu crecimiento futuro. Al fin y al cabo, y por tu propia experiencia, ya sabrás que hay personas que tienden a cortarte las alas y personas que tienden a impulsarte. Y obviamente estas minisensaciones no tienen por qué ser definitivas. Puede dar lugar a una conversación que arregle las cosas. No obstante, y en palabras de la propia Krauss, “las percepciones del potencial de autoexpansión predijeron la satisfacción y el compromiso” con las relaciones. Y es normal: nadie quiere permanecer en una relación que retiene su evolución. Es una cárcel para el alma.