La jerga sexual está llena de frases tipo métemela entera o hasta el fondo. En parte porque resulta ciertamente excitante pensar en ello, pero también porque la pornografía y la educación sexual mainstream han dibujado la penetración profunda como la gran panacea del sexo. Para la doctora Carol Queen, sexóloga perteneciente al colectivo Good Vibes, la realidad es muy diferente: sí, meterte algo bien adentro puede ser muy divertido y placentero, pero meterlo tan solo un poquito puede serlo también. A veces, y dependiendo de la persona con vagina, incluso puede llegar a ser bastante más gozoso. Es lo que lxs especialistas en sexualidad conocen como shallowing.
”Shallowing es básicamente una forma de decir inserción superficial. En lugar de insertar un pene, unos dedos o un juguete profundamente en la vagina, implica meter solo un poquito en la parte de la vagina llamada introito. Piensa en un centímetro más o menos”, cuenta la sexóloga en una publicación para la revista femenina Poosh. A diferencia de lo que puedas pensar, de nuevo, fomentado por una cultura del sexo proprofundidad, las sensaciones en esos primeros milímetros de vagina son muchísimo más poderosas. Tal como añade Queen, “tanto la vulva externa como el introito o abertura de la vagina tienen más nervios que el interior de la vagina”.
Es tu parte más sensible. ¿Y sabes qué? Si estás practicando sexo con una persona con pene, el shallowing también hará que disfrute mucho más debido a un hecho harto conocido -no es casualidad que lo sea y que, sin embargo, la gran fuente de placer femenina, el introito, sea una completa desconocida-: “la cabeza del pene, que es todo lo que insertaría durante el shallowing, suele ser la parte más sensible del pene” y hace que la técnica provoque una explosión de placer en ambas partes. Pero el pene es solo un potencial compañero del shallowing. Dedos, lengua y juguetitos pueden ser igualmente útiles para llevar a cabo esta técnica. No te limites. Explora.
Además, el shallowing resulta muy friendly para personas con dolor en el cuello uterino. En lugar de tener que renunciar a la penetración, sea con el elemento que sea, puede disfrutar de ella introduciéndose tan solo la puntita. O dicho de otra manera: el shallowing es más amable y democrático que la embestida profunda sin cuartel. Por último, no olvides el poder de la expectación y el deseo. El hecho de meter solo un poquito hace que la mente ansíe más. Dile a tu pareja sexual que juegue con eso. Que combine un rato de shallowing con alguna penetración profunda casual. Te vas a volver loca. Especialmente si mimas tu clítoris mientras tanto.