Orgasmos. Una de las delicias de la existencia. O al menos para quienes tienen facilidad para experimentarlo. ¿Porque sabías que solo el 10% de las mujeres puede alcanzar el clímax sexual sin dificultades durante las relaciones sexuales? Ni mucho menos estás sola. En palabras de la fundadora de Runi, una empresa centrada en el bienestar íntimo, en Poosh, “condiciones como el trastorno del deseo sexual hipoactivo, que afecta al interés por el sexo, y la anorgasmia, que se relaciona con la incapacidad de alcanzar el orgasmo a pesar de tener interés en el sexo, son preocupaciones extremadamente frecuentes”. En este sentido, aceptarlo con normalidad es el primer paso hacia una solución.
A partir de ahí, y aunque cada persona es un mundo, existen ciertas recomendaciones universales que debes tener en cuenta si experimentas problemas para llegar al orgasmo: “desestresarte, relajarte, concentrarte en los juegos previos, añadir algunos juguetes e invertir en un buen lubricante que pueda amplificar las sensaciones”. Es el manual básico. Pero presta especial atención a todo lo que tiene que ver con tu estado de ánimo. Al fin y al cabo, y como escribe esta experta, “es importante recordar que el cerebro es el órgano sexual más grande”. La clave no está en tus posturas. Ni en tus pezones. Ni siquiera en tu coño. Está en la excitación mental que sientes. Y para eso debes estar cómoda.
De hecho, si sientes que nunca entras en estado de flow durante tus encuentros sexuales, si siempre estás demasiado híperconsciente, quizás te venga bien acudir a unx terapeuta sexual para estudiar tus percepciones acerca del sexo y acerca de ti mismx. Hay bloqueos ocultos que te pueden dejar sin orgasmo toda una vida. Es esencial rescatarlos de lo profundo y trabajarlos. ¿Lo has hecho? ¿Está todo bien? ¿Tal vez no tuviste que hacerlo nunca porque tus percepciones sobre tu cuerpo y sobre el sexo siempre fueron saludables? Entonces sí debes centrar tus esfuerzos en lo práctico. En concreto, la fundadora de Runi te aconseja unas cuantas prácticas que pueden acercarte al ansiado apogeo.
En primer lugar, el método Kivin de cunnilingus del que ya hablamos. Échale un vistazo a aquel artículo para enterarte de qué va. En segundo lugar, el orgasmo mezclado, que consiste en estimular al mismo tiempo el clítoris y otra zona erógena. Multiplica tus posibilidades. En tercer lugar, está el edging, que pasa por acercarte al momento de máximo placer y detenerte en ese momento, justo antes de que se te frustre el orgasmo como de costumbre. Irás encendiendo una llama que posiblemente termine explotando sin remedio. Sea como sea, “mantén una actitud positiva y curiosa y sigue explorando lo que hace que tu cuerpo, cerebro y alma pidan más”. No desesperes. Es un camino sabroso.