Tenemos modelos de familia cada vez más diversos, a medida que la igualdad entre hombres y mujeres ha alcanzado cotas más altas y que la libertad para vivir el amor entre personas del mismo género ha crecido. El modelo tradicional de padre, madre e hijos es una opción más, pero no la única.
El ejemplo más claro en nuestra sociedad lo vimos hace poco con Marta Rimbau, la influencer catalana que explicó que decidía ser madre soltera a los 36 años a través de la fecundación asistida. En un vídeo explicaba que entre las razones estaban que no quería esperar a encontrar una pareja para ser madre y que tampoco quería hacerlo a una edad más avanzada.
Rápidamente muchas personas celebraron su decisión y sobre todo que visibilizara este camino que cada vez eligen más mujeres. Pero muchxs también empezaron a preguntarse qué opciones hay si una quiere optar a tener un hijx sola.
Pues bien, en España, la Seguridad Social cubre ciertos tratamientos de reproducción asistida, como la inseminación artificial de donante o la fecundación in vitro, como explica Reproducción Asistida ORG. Algunos de los requisitos son que la mujer no sea mayor de 40 años y que no tenga ya hijxs. Para las parejas, no se deben tener hijxs previos en común, a no ser que tengan algún niñx con alguna enfermedad crónica grave.
El principal problema por el que una mujer podría recurrir a la privada es la lista de espera que hay para acceder al tratamiento. En el caso de la fecundación in vitro, esta se sitúa en alrededor de un año de media, mientras que en algunas ciudades se llega a los dos años.
Además, hay un límite para los intentos de embarazo en la sanidad pública. No son ilimitados. La Seguridad Social garantiza tres oportunidades con fecundación asistida, seis con inseminación artificial con esperma del donante y cuatro si es con esperma de la pareja.
Cuando no hay más remedio que ir por la privada
En el caso en que se quiera ir por la privada, la diferencia de precio se nota. Por ejemplo, mientras que la inseminación artificial (IA) puede costar unos 700 o 1.100 euros, el precio de la fecundación in vitro (FIV) puede ir de los 3.500 a 5.500 euros, según la revista especializada. Dependerá de si hay donantes o no, los medicamentos o procesos adicionales.
Además, si la mujer necesita congelar los óvulos no hay ese servicio en la sanidad pública y tendrá que hacerlo por la privada, como en el caso de Marta Rimbau. Según la clínica Dexeus, este servicio cuesta, en general, entre 2.000 y 3.000 euros. “Aparte, hay que pagar una cuota anual de mantenimiento que gira en torno a los 300 euros, aunque en algunos centros el coste cubre la cuota de mantenimiento durante los primeros años.