¿Te suena esa presión por ver cómo lxs demás se sacan el carnet y tú todavía no te has puesto a ello? Hace algunos años este hecho era casi obligatorio una vez llegada la mayoría de edad pero, ahora, la cosa es muy diferente. La Gen Z está marcando una nueva era en cómo nos movemos, así como el coche era símbolo de estatus y libertad, ahora lo que importa es la practicidad y el cuidado por el planeta: transporte ágil, economía y sostenibilidad. En un evento auspiciado por Acciona y organizado por Prensa Ibérica, exploramos este cambio de mentalidad.
La nueva movilidad
En el Espacio Comet Retiro, se celebró una mesa redonda llamada “La nueva movilidad: cómo se mueve la Gen Z”, moderada por Marina Portero, Directora Creativa de Código Nuevo. Para iniciar la conversación y poder poner el tema sobre la mesa planteó dos preguntas: ¿Es el coche todavía una prioridad para la Gen Z? ¿Cómo ven el transporte urbano?
En este debate la acompañaban Ada Santana Aguilera, la diputada más joven en las Cortes Generales, Juan José Conde de Acciona y Mariano Urraco, sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid. Cada uno, por su parte, se encargó de dar su punto de vista. Este último explicó que la movilidad para los jóvenes actuales es más fluida y global debido a la naturaleza cambiante del mercado laboral.
Por su parte, Ada Santana compartió que ella y muchos jóvenes prefieren el transporte público por su practicidad y ahorro. También destacó la importancia de la sostenibilidad al considerar la compra de un vehículo. Juan José Conde resaltó el papel de Acciona en esta línea, explicando que su empresa impulsa la transformación social hacia una economía baja en carbono: “los coches eléctricos están aquí para quedarse”. Para Acciona es muy importante la conciencia ecológica y la necesidad de optimizar las infraestructuras de carga.
El impacto y la accesibilidad
Ahora bien, esos cambios, dentro del mercado actual tienen un impacto que está directamente relacionado con la importancia de las tecnologías eléctricas y la conectividad que exista para facilitar la movilidad. Teniendo esto en cuenta, se trata de una serie de ideas que nos dan una visión de cómo las nuevas generaciones están moldeando las tendencias de movilidad urbana y el futuro que nos espera.
Si tenemos en cuenta cómo “la movilidad es parte consustancial de las generaciones más jóvenes y de su manera de ubicarse en el mundo”, como destacó Mariano Urraco, hacen falta una serie de cambios y nuevas perspectivas. Para ello Ada Santa añadió: “hay que legislar pensando en el futuro y entendiendo que toda norma nueva causa al principio un rechazo”. En esta línea Juan José Conde apuntó que la movilidad es un derecho y la Gen Z será la primera en vivir con este derecho siempre y cuando sea sostenible, seguro y coherente con el entorno.
En todos estos temas hay uno que no puede olvidarse: la precariedad. Urraco, el sociólogo, apuntó que este problema estructural hace que no opten, que ni siquiera se planteen, la compra de un coche. Esto ha modificado la movilidad haciendo que se trate de una generación que se inclina por modelos como el sharing o la movilidad bajo demanda.
La transparencia sí o sí
Para todos estos cambios la transparencia será la clave del éxito. El experto de Acciona lo resaltó nombrando que exista la posibilidad de que la Gen Z valore y comparta el nivel de satisfacción con una u otra empresa. Esa opción existe gracias a la trazabilidad, que brinda información sobre el conductor, los precios, el trayecto, entre otros
A la pregunta por la repercusión de estos cambios generacionales en el mercado actual Juan José señaló que los hechos transformadores acontecidos en la primera década del milenio fueron los que propiciaron este viraje de mentalidad. Explicó, además, que la nueva movilidad se está desarrollando en torno a tres ejes: las mencionadas tecnologías eléctricas, la conectividad, mediante la que es posible “enviar información al vehículo” para reservarlo, compartirlo, programar la ruta..., y, por último, un contexto regulatorio de infraestructuras, leyes y ordenanzas.