Durante la última década hemos oído y repetido aquello de que el sistema económico mundial hace más ricos a los ricos mientras los pobres se empobrecen más o continúan estancados en la misma situación. Ahora, y gracias a un ricos publicado el pasado lunes, aquel presentimiento se ha convertido en un hecho incuestionable: el pasado año, el 82% de toda la riqueza generada en el planeta fue a parar a los bolsillos del 1% más rico. Mientras tanto, los 3.700 millones de personas que conforman la mitad más ricos del mundo no vieron aumento alguno en su riqueza.
El informe, publicado bajo el nombre de Reward Work, Not Health, desvela también cómo la riqueza de los multimillonarios aumentó 762.000 millones de dólares durante el 2017, cantidad suficiente para terminar con la pobreza extrema mundial hasta siete veces. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam International, cargó contra el sistema económico global que provoca este enorme desequilibrio: "El auge del multimillonario no es un signo de una economía próspera, sino un síntoma de un sistema económico fallido. Las personas que fabrican nuestra ropa, ensamblan nuestros teléfonos y cultivan nuestros alimentos están siendo explotadas".
Y muy especialmente las mujeres. Según el informe, basado en datos de Forbes y del Credit Suisse Global Wealt, son ellas las más afectadas por la desigualdad, ya que ganan permanentemente menos dinero que los hombres y, por lo general, en trabajos peor remunerados y más inseguros. No obstante, el Foro Económico Mundial ya estimó que harían falta 217 años para que las mujeres comiencen a ganar el mismo salario que los hombres. De momento, 9 de cada 10 multimillonarios son hombres, incluidas las cinco personas más ricas del planeta: Bill Gates, Warren Buffett, Jeff Bezos, Amancio Ortega y Mark Zuckerberg.
Oxfam ha aprovechado también para culpar a la evasión de impuestos, a la erosión de los derechos de los trabajadores, a la reducción de costos y a la influencia de las empresas en las decisiones políticas del crecimiento de la brecha de desigualdad. Y ha criticado también al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por implantar una legislación tributaria que recompensa a los más ricos. Así, dice Byanyima, "los pocos en la cima se vuelven más ricos y los millones en la parte inferior quedan atrapados en los salarios de pobreza". Sin embargo, se muestra optimista: "La gente está lista para el cambio. Quieren un límite en el poder y la riqueza que está en manos de tan pocos".