Las 3 emociones que indican que no eres capaz de poner barreras

Pasar de persona pasiva y complaciente a persona empoderada y asertiva no es fácil

Establecer barreras entre nosotros y el resto del mundo es una necesidad primordial. Disponer del valor, del amor propio y de la confianza para decir 'no' cuando queremos decir 'no' nos permite vivir más libremente, así como protegernos de otras personas. Pero no es una actitud muy popular. Como afirma en un artículo para el medio estadounidense Inverse la psicóloga Dana Gionta, "a veces otras personas se sienten heridas y decepcionadas cuando establecemos límites", pero son sentimientos normales propios de quienes no logran lo que esperaban de nosotros. Unos sentimientos que, sin embargo, pueden pesarnos mucho.

Tanto que en ocasiones no encontramos la fortaleza para marcar esas barreras. Sacrificamos la honestidad y la fidelidad a nuestros sentimientos y necesidades para satisfacer a los demás o no vernos ante sus caras de desprecio. Esto es muy peligroso. Según recoge el portal especializado La mente es maravillosa, la gente que no establece límites es más susceptible de caer en manipulaciones y se comporta motivada por miedos. El problema es que, incluso aunque pueda parecer muy sencillo desde el exterior, para muchas personas no resulta nada fácil percibir que no están poniendo límites. Pero hay tres emociones que lo delatan.

En concreto, y en palabras de Gionta, "los tres sentimientos que mejor señalan esto son la incomodidad, la culpa y el resentimiento". Aunque lógicamente estas emociones pueden venir producidas por otras clases de eventos, cuando aparecen unidas con mucha frecuencia pueden ser "una señal para nosotros mismos de que debemos considerar establecer límites". Sentimos incomodidad porque estamos actuando en oposición a lo que deseamos. Sentimos culpa por traicionarnos. Sentimos resentimiento por situar la responsabilidad de esas situaciones en los demás. Pero es nuestra responsabilidad aprender a decir 'no'.

Como dice la psicoterapeuta experta en relaciones Jennie Marie Battistin, también en Inverse, "aprender a decir 'no' es uno de los hábitos más saludables que podemos implementar en nuestras vidas para evitar el agotamiento, la ira y el resentimiento". Además, cuando obtenemos la confianza para negarnos a aquellas cosas que no queremos, también ahorramos muchos recursos de tiempo y energía para las cosas que de verdad nos importan. Estamos creando espacio para nosotros. Y esto tiene mucho sentido. Compartimos la vida con otras personas, pero son nuestras vidas. Debemos vivirla a nuestra manera.

¿Pero cómo hacerlo? ¿Cómo pasar de persona pasiva y complaciente a persona empoderada y asertiva? Para ello, y según la terapeuta familiar Jenn Kennedy, lo primero que debemos hacer es identificar qué queremos.  Una vez tenemos esto claro, podemos evaluar qué comportamientos estamos dispuestos a tolerar y cuáles no. El último paso es plantarnos cuando alguien tiene uno de esos comportamientos que hemos decidido no tolerar porque vulneran nuestros deseos. "Date cuenta de que los límites no son mezquinos ni egoístas. Son el mejor hábito de cuidado personal". Pero requiere autoconocimiento y práctica.