Eres un ser único en el mundo. Y como tal, tu conjunto de hábitos tóxicos, y todxs tenemos uno, es diferente al de todxs lxs demás, forjado a lo largo de una vida llena de experiencias. Sin embargo, y como explica en una publicación para Psychology Today el experto Nir Eyal, existen al menos seis hábitos tóxicos particularmente habituales en la gente. Es bastante probable que cargues con alguno de ellos, con varios de ellos e incluso con todos. Es muy posible que estén en tu conjunto de autotoxicidad. Y es una muy mala noticia: estos hábitos tan arraigados en tu cerebro te conducen poquito a poco y de manera silenciosa hacia la miseria. Primer paso para derruirlos: reconocerlos en ti.
El primero de los que habla Eyal es la constante comparación con los demás, la cual “puede incluso influir en nosotros para perseguir trabajos u objetivos que en realidad no queremos”. Obsérvala en ti. Presta atención para ver cuándo aparece. Contempla las emociones que te provoca. Es el camino para ridiculizarla y conseguir alejarte de ella progresivamente. Y algo parecido debes hacer para combatir el hábito tóxico dos: la obsesión con centrarte siempre en los aspectos negativos de las cosas. En palabras de Eyal, es importante “practicar la introspección para alcanzar la autoconciencia y lidiar con los pensamientos negativos”. Para no darles credibilidad cuando surjan en tu mente.
En tercer lugar hallamos otro clásico: las dificultades para establecer límites con los demás. Según este especialista, “no establecer límites en el trabajo, con los amigos o con la familia puede llevar al agotamiento de tu energía, de tu creatividad y de tu motivación”. Además, te aleja de la satisfacción de tus necesidades y de tus deseos. Y eso debería ser prioritario en tu vida. Cuidarte de verdad. Precisamente por ahí van los tiros del cuarto hábito tóxico, el descuido del cuidado personal en general. “Hacer ejercicio, dormir bien, comer comidas saludables y dedicar tiempo a un pasatiempo como leer, tejer o hacer jardinería son formas de invertir en nosotros mismos”. Date el amor que mereces.
Por último, hay otros dos hábitos tóxicos frecuentes estrechamente ligados. Por un lado, la procrastinación, puesto que “dejar las cosas para el último minuto aumenta el estrés y te hace estar descontento contigo mismo”. Por otro lado, pasar demasiado tiempo con el teléfono. Y sí, esto último te lo han dicho millones de veces, pero piénsalo: es un hábito que potencia el resto de hábitos tóxicos, ya que te impulsa a procrastinar, te lleva a comparaciones injustas y a centrarte en lo negativo que hay en tu vida cuando ves perfiles de gente aparentemente maravillosa y, en ocasiones, te conduce al descuido de áreas de tu vida que impactan directamente en tu felicidad. Prueba a desintoxicarte un poco.